Luego de una dura tormenta que dejó caer los árboles, inundó toda la casa y destruyó todos mis sueños, sólo quedaban dos opciones: Bajar la cabeza, resignarme y llorar por dentro, o mirar al frente, levantarme y seguir. Nadie dijo que uno es mejor, es más, creo que es necesario uno del otro para saber que camino tomar realmente.
Sólo pasaron unos meses de aquel huracán, sólo un tiempo de aquel momento en el que dudaba si seguiría adelante, y acá me ven, después de seguir el primer camino y llegar a la nada volví al punto de inicio y probé otro camino. Me di cuenta de que uno mismo es el guía de su vida y aunque alguien ya este recibido en la materia y quiera ayudarte, soy yo la que debo elegir lo que siento y si es necesario golpearme la cabeza contra la pared.
Hoy salió el sol devuelta en mi vida otro amanecer me ilumina, ese calvario hoy quedó atrás, ya era hora de arreglar lo destruido y guardar en un cajón lo irreparable.
Supe dar el paso correcto pero no niego haber revisado nuevamente ese cajón un par de veces; supe cerrar con llave ese capítulo y olvidar esa pérdida que me destruyó...
No hay comentarios:
Publicar un comentario